¿Para qué necesitamos diaconisas si ya las tenemos?

Acólita Urgell
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UNA CATÓLICA PERPLEJA

11 mayo 2024

Recibí por whatsapp hace unos días esta foto y, más que perpleja, me quedé estupefacta, escandalizada. Una mujer con una especie de alba recibiendo un cáliz de manos del obispo de Urgell, durante la recepción de los ministerios de lector y acólito de 13 laicos, varones y mujeres, en la Catedral de la Seu, el pasado 14 de abril. 

Solicité a la persona que me envió la foto más información sobre la noticia, y me hizo llegar el enlace que publicó el obispado en su propia web. En la noticia se hace referencia a la carta apostólica del Papa Francisco en forma de Motu Proprio “Spiritus Domini”, del día 11 de enero de 2021, en que modificó el Código de Derecho Canónico de modo que hombres y mujeres “pueden ser llamados para el ministerio estable de lector y acólito, mediante el rito litúrgico prescrito”. Son ministerios laicales estables, al servicio de la comunidad e instituidos por el obispo diocesano, mediante el rito litúrgico propio. Me dispuse entonces a leer la citada carta apostólica de 2021 y comentarios autorizados sobre ella, puesto que en su momento no le había prestado la menor atención. 

Pues bien, resulta que este motu proprio “Spiritus Domini”, por el que el papa Francisco modificó el canon 230 § 1 del Código de Derecho Canónico permitiendo el acceso de mujeres a los ministerios de lectoras y acólitas, suscitó en su momento un gran clamor mediático, porque parecía abrir la puerta al sacerdocio femenino, como explica aquí de manera inmejorable el historiador Roberto de Mattei. Afirmaba de Mattei en este artículo que “esa puerta sigue cerrada, pero el documento del Papa contribuye indudablemente a seguir devaluando el sacerdocio, y ratifica con ello una práctica extendida, la del servicio de las mujeres ante el altar, como sucede con las lectoras y las ministras extraordinarias de la Eucaristía”. De Mattei continúa aportando información que sólo produce desasosiego, pero que es fundamental para comprender la situación, al considerar que, “para entender esta degradación de la liturgia de la Iglesia es necesario subrayar que las mayores responsabilidades en este proceso hay que atribuirlas a Pablo VI y al Concilio Vaticano II; Francisco no ha hecho otra cosa que aclarar algunos principios”.

Vamos a resumir en forma de concisa lista los argumentos del Dr. de Mattei. Aunque no estén entrecomilladas, las palabras están extraídas en muchos casos literalmente del texto citado:

  • Según la Tradición de la Iglesia, en el Sacramento del Orden existen varios grados. Entre las órdenes sagradas mayores se distinguen el episcopado, el sacerdocio y el diaconado, y entre las menores se cuentan el ostiarado, el lectorado, el exorcistado y el acolitado. Existe también el subdiaconado, que en la Iglesia bizantina se cuenta entre las órdenes menores, mientras que en la latina es tradicional incluirla en las mayores.
  • El 15 de agosto de 1972 el papa Pablo VI transformó mediante el motu proprio Ministeria quaedam las órdenes sagradas en ministerios, haciéndolos parcialmente accesibles a los laicos según el principio del sacerdocio común de los fieles del Concilio Vaticano II. Redujo esos ministerios a dos: el lectorado y el acolitado, a los que atribuyó todas las funciones reservadas al subdiaconado. Interrumpió asimismo la relación de concatenación que vinculaba las órdenes menores al sacerdocio, y decretó que los ministerios de lector y de acólito estarían orientados pero no ordenados al sacerdocio como seguía estándolo el diaconado. Por esa misma razón suprimió la primera tonsura (con la cual se accedía al estado clerical).
  • El principio rector de la reforma de Pablo VI se encuentra en un documento del Concilio, la Sacrosanctum Concilium. Esta constitución conciliar basa en su nº21 la reforma litúrgica en la «participación plena y activa de todos los fieles» del pueblo cristiano, y en el nº14 profesa el mismo principio, si bien lo relaciona con el sacerdocio común de los fieles, el cual deriva del Bautismo y evidentemente no tiene nada que ver con el sacerdocio propiamente dicho. La expresión es empleada con ambigüedad por el Concilio y por Pablo VI, que con todo no atribuyó a la mujer en el motu propio Ministeria quaedam la posibilidad de acceder al lectorado y al acolitado. La presencia de mujeres en el presbiterio en los últimos treinta años ha tenido lugar incumpliendo la ley. Pero ahora el papa Francisco con su motu proprio Spiritus Domini lo permite de modo oficial.
  • En una carta adjunta al motu proprio y dirigida al Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal Luis Ladaria, explica Francisco que «estos ministerios laicos, al estar basados en el sacramento del Bautismo, pueden ser confiados a todos los fieles idóneos, sean de sexo masculino o femenino, según lo que ya está previsto implícitamente en el canon 230». El papa Francisco es coherente: si nuestro referente es el documento de Pablo VI según el cual los ministerios laicos son meras funciones que cualquier bautizado puede ejercer en nombre del principio del sacerdocio común de los fieles, no se entiende por qué van a estar excluidas las mujeres. En cambio, si nuestro referente es la Tradición inmemorial de la Iglesia, ésta no sólo excluye el sacerdocio femenino, sino también el propio principio del sacerdocio común.
  • En resumidas cuentas, el documento del papa Francisco no hace otra cosa que llevar a sus consecuencias el principio que estableció Pablo VI y que quedó asentado en la práctica con sus sucesores Juan Pablo II y Benedicto XVI.

El 30 de mayo de 2018 la Congregación para la Doctrina de la Fe reiteró que el sacerdocio reservado a los hombres es doctrina definitiva e irreformable de la Iglesia, como ya había afirmado Juan Pablo II en la carta apostólica Ordinatio sacerdotalis de 1994. El papa Francisco también reitera en la carta al cardenal Ladaria que la Iglesia no está facultada en modo alguno para conferir el orden sacerdotal a las mujeres. “La Iglesia tampoco está facultada para conferir a las mujeres el diaconado, y sin embargo eso no lo ha dicho”, afirma de Mattei.

Con todo esto, podemos ver cómo, igual que Francisco, el obispo de Urgell ha sido “coherente” con la argumentación del Concilio Vaticano II. En la noticia que citábamos al principio se explica cómo “en la Diócesis de Urgell, desde febrero de 2023, un grupo de 13 laicos y consagrados, llamados por el sr. Arzobispo con sus respectivos párrocos, empezaron una formación mensual, para recibir estos ministerios de lector y acólito. Estos animadores pastorales, a modo de un equipo, se han preparado en el Arte de la celebración y fidelidad a Dios y a la Iglesia en su animación litúrgica y pastoral (…). Y el día 14 de abril de 2024 en la Santa Iglesia Catedral de La Seu d’Urgell, el Arzobispo de Urgell Mons. Joan-Enric Vives, instituyó a estos 13 candidatos en el lectorado y el acolitado, a través del rito litúrgico prescrito, en una celebración que llenó de gozo toda la Diócesis de Urgell y especialmente a las Parroquias de origen de los candidatos y a sus familias. Son 8 mujeres y 5 varones”.

Pues qué desazón, qué quieren que les diga. Y lo peor es que no es un caso único en esta diócesis ni en esta comunidad autónoma, sino que, gracias a los enriquecedores comentarios de los lectores de anteriores entradas (en multitud de ocasiones, mucho más interesantes que el propio texto y totalmente complementarios para enriquecer el contenido) se puede ver cómo por todas las diócesis de España los obispos están instituyendo a estos “agentes de pastoral” para que estén al cuidado de parroquias y de ceremonias de exequias en tanatorios, en ambientes no sólo rurales sino también de grandes urbes, como es el caso del arzobispado de Barcelona.

Disminuyen sin cesar las vocaciones al sacerdocio en los seminarios diocesanos; al mismo tiempo, los obispos y la alta jerarquía eclesial marginan y persiguen a sacerdotes ortodoxos y a sacerdotes de corte tradicional. Y en paralelo se instituye a personas laicas, muchas de ellas mujeres, a hacerse cargo de las parroquias. De forma permanente, no puntual, excepcional. Lo comentamos en otra ocasión: de esta manera, por iniciativa de los mismos obispos, los fieles no cumplen el precepto de oír Misa, pero sí comulgan; cuando el precepto no es comulgar, sino oír la Misa, aun sin comulgar, si no se está en gracia de Dios. Y ¿cómo se va a estar si no hay confesiones en la parroquia? ¿Y cómo va a haber confesiones si no hay sacerdotes? Lo que está ocurriendo en la Iglesia tiene un nombre claro y dramático, como explica el P. Calvo Zarraute: protestantización.

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Comentarios
30 comentarios en “¿Para qué necesitamos diaconisas si ya las tenemos?
  1. E invisten invariablemente a callos, como entre los protestantes sin casi excepción (tal vez por no haber tampoco de dónde sacar, porque anda que postularse a eso…). Desde luego con éstas nadie va a hacer un calendario turístico como el de los curas guaperas de Roma…

    1. Donde vivo, no existen ni se les espera. Región progre, me temo que con gran mayoría de ‘católicos’ progres contentos con
      Bergoglio y su antiiglesia. En fin….

  2. Lo he preguntado varias veces, e incluso me han censurado. Cómo es posible que este obispo haya sido el responsable de los Seminarios de la CEE durante muchos años? De verdad se creen que disfrazado conun alba a estas señoras, van a solventar el gravisimo problema de vocaciones que ya tienen la inmensa mayoría de las diócesis españolas? Y porqué se habla de «arzobispo de Urgel» cuando este señor solo lo es a título personal? Porqué si presumen de ser tan progres y francisquistas, luego les gustan tanto las prebendas y sinecuras como arzobispado, monseñor altos y canongias…? Que alguien me lo explique porfa.

    1. Algo tendrán que hacer para tapar el boquete gigante de vocaciones y poder seguir como príncipes. Porque ningún joven que se precie va a sepultar su vida en los seminarios para servir a estos ‘Franciscos’ mientras vuelan de un océano a otro en busca de eventos y focos donde desahogar sus fantasías seniles…

      1. Un joven no va a entregar su vida entera a “la iglesia de Francisco”

        Solo se entrega la vida por algo que merezca la pena… La Santa Iglesia, la verdadera, la perseguida… La FSSPX lleva siéndolo desde que acabó el concilio… no estará ahí lo que necesitamos???

        Dios nos guarde, yo ya no sé si soy de los nuestros

  3. Pablo VI puso una bomba de relojeria y ahora esta estallando. El problema de fondo, es pensar que el Papa es un monarca absoluto que puede hacer lo que quiera. Esto agravado por un estamento clerical mal formado en los seminarios, que ya son de hecho mas protestantes que catolicos.

    1. ¿Que puede…? Bergoglio hace exactamente lo que quiere: lo que se le pone en la moña cuando se despierta por las mañanas. Para eso lo pusieron los éforos sabiendo que jamás haría la obra de Dios. Y para eso le hace el juego una jerarquía internacional a pesar de lo sinsorgo que es el tipo: por tener parte en el pastel nihilista de vivir a lo pavo hasta la nada final.

  4. Estimada Perpleja muchas gracias por el interesante artículo .
    Hay algo que no comprendo, quizas me pueda aclarar el titulo : «¿Para qué necesitamos diaconisas si ya las tenemos?”.
    Es decir según mi entendrr , lo que ya tenemos son mujeres y hombres Acólitos cuyo ministerio es ayudar con las lecturas y a distribuir la comunion entre los feligreses.
    Espero que no hayan diaconizas por que en ese caso tendrían adicionalmente la posibilidad de celebrar los bautizos , la ceremonia del matrimonio , no solo hacer las lecturas si no también hacer la homilìa etc etc.
    Confío en Dios que el diaconado y sacerdocio será siempre reservado como lo instituyó Jesús y los apostoles solo para hombres. El sacerdote que celebra la Santa Misa representa a Jesús y Jesús es verdadero Dios y verdadero Hombre. Hasta el mismo se llamaba » El hijo del Hombre» «El Hijo de Dios» » El Cordero de Dios «.
    Por que no aceptar que hay pocos sacerdotes , la iglesia comenzó con apenas unos cuantos discipulos.

    1. Estimada María,

      Estàn abriendo el camino descaradamente hacia el diaconado femenino… La imagen, el cambio de terminología, la confusión…
      Es cuestión de tiempo. Es un método «ventana de Overton» de manual…

      1. Gracias por la respuesta. Muy triste y doloroso . Dios nos libre de todo mal y de los falsos pastores .

    2. Si me equivoco acepto corrección.
      Tacita a tacita…
      El acólito tiene como misión cuidar el servicio del altar; asistir al diácono y al sacerdote en las funciones litúrgicas, principalmente en la celebración de la Misa; distribuir, como ministro extraordinario, la Sagrada Comunión; exponer públicamente a la adoración de los fieles el Sacramento de la Sagrada Eucaristía y hacer después la reserva; y, dado que asumieron también las funciones del Subdiácono, presentar al sacerdote el cáliz con el vino y el agua y la patena y purificar fuera del altar los lienzos y vasos sagrados (mientras el cura se toca los cojon.s sentado).

      1. Leo en «Acolitado-Catholic.net.»:

        «Las funciones de un acólito son:

        Cuidar del servicio del altar.
        Ayudar al diácono y al sacerdote en las acciones litúrgicas, especialmente en la celebración de la Misa.
        Distribuir la sagrada comunión como ministro extraordinario de la comunión, según las condiciones establecidas para ello.
        En idénticas condiciones podrá exponer públicamente el Santísimo Sacramento de la Eucaristía a la adoración de los fieles y podrá luego reservarlo, pero no puede dar la bendición.
        Puede además instruir a los fieles que ayudan en las acciones litúrgicas como son las de llevar el Misal, la cruz, los cirios u otras funciones similares.»

        Tiene importancia porque el acólito laico tiene que estar en disposición de ayudar en misa al diácono.

        Establece pues una diferencia entre el acolitado laical del acolitado diaconal, aunque hagan las mismas funciones.

        Si he entendido bien, me falta leer el art. 230 del código canónico.

        1. «Las funciones desempeñadas hasta ahora por el Subdiácono, quedan confiadas al Lector y al Acólito; deja de existir por tanto en la Iglesia Latina el Orden mayor del Subdiaconado». (MINISTERIA QUAEDAM).

          1. «Al subdiaconado le incumbe proporcionar el agua para el servicio litúrgico, servir al diácono, lavar los corporales y las ropas del Altar, cambiarlos según las fiestas, ayunos y estaciones; por esta razón, tiene la bendición general de tocar el Altar y lo relacionado al mismo, algo lo que los lectores y otros servidores no pueden hacer.

            Es menester del subdiácono cuidar las vestiduras del clero, presentar el cáliz y la patena que deben emplearse en la Santa Misa al Diácono, es responsable de coordinar y liderar el equipo de servicio y de la formación de nuevos servidores.

            Además de los deberes anteriores, al subdiácono se reserva la lectura de la Epístola en la Santa Eucaristía si solo hay un diácono. Para los servicios, se reviste con un alba, porta el manípulo, el cíngulo y la tunicela. A diferencia de sus hermanos ortodoxos que usan el orarion, el subdiácono de rito occidental no usa su equivalente, la estola, que está reservada para diáconos, sacerdotes y obispos.»

          2. «92. Y asimismo, el acólito instituido, terminada la distribución de la Comunión, ayuda al sacerdote o al diácono en la purificación y en el arreglo de los vasos sagrados. En ausencia del diácono, el acólito ritualmente instituido lleva los vasos sagrados a credencia (la mesa que se sitúa cerca del altar) y allí los purifica los seca y los arregla del modo acostumbrado» (INSTRUCCIÓN GENERAL DEL MISAL ROMANO).

    3. Hace poco leí que ya hay mujeres oficiando o haciendo los rezos propios del cura en entierros. No se habla de esto, pero también es muy grave. La Iglesia católica está dejando de existir, la Iglesia sinodal del anticristo avanza, con la connivencia de la gran mayoría de obispos y curas del mundo, porque están de acuerdo (apóstatas) o porque son cobardes y tibios (muchos de estos en redes sociales muy ufanos, pero defendiendo que se someten a Bergoglio).

  5. Estos «benditos» «ministerios» sin asidero en la Tradición, han sido un Caballo de Troya. Han inoculado la idea protestante de que todoa somos sacerdotes y que hombre y mujer tienen la misma dignidad jerárquica. Un seglar nada tiene que hacer en el altar que no sea el acolitar y una mujer no tiene nada que hacer en el altar.
    Esta confusión, como lo es toda, es propia del Príncipe de este mundo.

    1. La FSSPX no es la única opción para un católico tradicional, Ximo, por favor.
      Por mucho que valoremos la labor de Mons. Lefebvre

  6. A mí me ha dejado perplejo este párrafo:
    «En cambio, si nuestro referente es la Tradición inmemorial de la Iglesia, ésta no sólo excluye el sacerdocio femenino, sino también el propio principio del sacerdocio común.»

    Con Santo Tomás de Aquino, respondo diciendo: «Un laico justo está unido espiritualmente a Cristo por la fe y la caridad, pero no por la potestad sacramental. Por tanto, posee el sacerdocio espiritual para ofrecer hostias espirituales, de las que se habla tanto en Sal 50,19: El sacrificio agradable a Dios es un espíritu contrito, como en Rom 12,1: Ofreced vuestros cuerpos como hostia viva. Por lo que en 1 Pe 2,5 se atribuye a todos un sacerdocio santo para ofrecer víctimas espirituales.» (IIIª q. 82 a. 1 ad 2).

    La verdadera eclesiología tradicional es la que viene de la Tradición (con mayúscula, la de los apóstoles). Prefiero seguir a San Pedro y a San Juan que a un señor cualquiera, por muchos doctorados que tenga.

    1. Primera carta de San Pedro 2,5: «También vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por mediación de Jesucristo.»

      Apocalipsis 5,9-10: «Y cantan un cántico nuevo diciendo: «Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos porque fuiste degollado y compraste para Dios con tu sangre hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios un Reino de Sacerdotes, y reinan sobre la tierra.»»

      No hace falta negar el sacerdocio común de los fieles para oponerse a la ordenación de mujeres. A veces queremos ser más papistas que el papa o más tradicionales que los Apóstoles.

      1. Por último, un par de números de la encíclica Mediator Dei, de Pío XII:

        107. Los ritos y las oraciones del sacrificio eucarístico no menos claramente significan y muestran que la oblación de la víctima la hace el sacerdote juntamente con el pueblo. Pues no solamente el ministro sagrado, después de haber ofrecido el pan y el vino, dice explícitamente, vuelto hacia el pueblo: «Orad, hermanos, para que este sacrificio mío y vuestro sea aceptable ante Dios Padre todopoderoso»[86]; sino que, además, las súplicas con que se ofrece a Dios la hostia divina las más de las veces se pronuncian en número plural, y en ellas, más de una vez, se indica que el pueblo participa también en este augusto sacrificio, en cuanto que él también lo ofrece. Así, por ejemplo, se dice: «Por los cuales te ofrecemos o ellos mismos te ofrecen… Rogámoste, pues, Señor, recibas propicio esta ofrenda de tus siervos y también de todo tu pueblo…

  7. Nosotros, tus siervos, y tu pueblo santo, … ofrecemos a tu excelsa Majestad, de tus propios dones y dádivas, la Hostia pura, la Hostia santa, la Hostia inmaculada»[87].

    108. Ni es de admirar que los fieles sean elevados a tal dignidad, pues por el bautismo los cristianos, a título común, quedan hechos miembros del Cuerpo místico de Cristo sacerdote, y por el «carácter» que se imprime en sus almas son consagrados al culto divino, participando así, según su condición, del sacerdocio del mismo Cristo.

    1. Hoy escribí un comentario sobre la Diócesis de Urgell… pero lo han borrado. Lamento haber perdido mi tiempo y el de ustedes. Para que no vuelva a suceder no volveré a escribir y anulo mi suscripción.

  8. Como precisamente por mi lugar de residencia pertenezco a la Diócesis de Urgell y tengo en mi mesa la Hoja Dominical del pasado 5 de Mayo en donde explican la noticia, creo oportuno ampliar dos informaciones que en el artículo no han salido. Son palabras textuales: Estos animadores pastorales podrán presidir celebraciones dominicales en ausencia/espera del presbítero de acuerdo de acuerdo con los rectores, y también otros servicios en las parroquias como Càritas, catequesis, atención a los enfermos y necesitados. La otra información textual: Tienen sus signos externos: el alba, la cruz impuesta por el Arzobispo, la Bíblia entregada y el «pixis» para llevar la comunión a los enfermos. No es un premio ni un cargo superior a los bautizados, sino primero el fruto de un discernimiento y después su institución. En mi opinión ante la realidad innegable de que no hay Sacerdotes ni Seminaristas, alguna otra solución hay que intentar… porque el inmovilismo no resuelve nada y sólo lo agrava.

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