Clarissa
576
La amistad y el amor de Dios nos acompañan. “Para escuchar al Señor, es necesario aprender a contemplarlo, a percibir su presencia constante en nuestra vida; es necesario detenerse a dialogar con Él …Más
La amistad y el amor de Dios nos acompañan.

“Para escuchar al Señor, es necesario aprender a contemplarlo, a percibir su presencia constante en nuestra vida; es necesario detenerse a dialogar con Él, darle espacio con la oración. Cada uno de nosotros…deberían preguntarse: ¿qué espacio doy al Señor? Me detengo a dialogar con Él? Desde cuando éramos pequeños, nuestros padres nos han acostumbrado a iniciar y a concluir el día con una oración, para educarnos a sentir que la amistad y el amor de Dios nos acompañan. ¡Acordémonos más del Señor en nuestras jornadas! Papa Francisco