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Cristo se Bautizó a los 30 años ¿Porque Bautizar a los Niños? SACRAMENTOS MEDIOS DE SALVACIÓN www.youtube.com/watch ¿Porqué la Virgen María aparece en el Mundo? www.youtube.com/watch CONCILIOS Y …Más
Cristo se Bautizó a los 30 años ¿Porque Bautizar a los Niños?

SACRAMENTOS MEDIOS DE SALVACIÓN
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¿Porqué la Virgen María aparece en el Mundo?
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CONCILIOS Y RESPUESTAS A LOS ADVENTISTAS
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IMÁGENES SAGRADAS SEGÚN LA BIBLIA
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Vídeo sobre EL PURGATORIO youtu.be/CoeclLHzSlI

¿Cuál es la diferencia entre la Biblia católica y las protestantes?
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Jesucristo es muy claro en el Evangelio: "Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mateo 28,19). Algunas Sectas paralelas al cristianismo, (que niegan la divinidad de Jesucristo y la existencia del Espíritu Santo), realizan el Bautismo, solamente en nombre del Jesucristo, tomando fuera de contexto un pasaje del Colosenses que dice: "Todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús", pero San Pablo no niega con esto a las personas de la Santísima Trinidad, él nos recuerda que debemos actuar en representando a Cristo Jesús, en su presencia activa en nosotros, de hecho en ese versículo, no solo se menciona al Hijo sino también al Padre: "Y todo cuanto hagáis, de palabra y de boca, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio a Dios Padre" (Colosenses 3,17). Para evitar caer en esa clase de errores es necesario leer el contexto "Dando siempre gracias al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo" (Efesios 5,20).
También otras Sectas paralelas al cristianismo, pero que niegan la existencia del Padre y al Espíritu Santo, bautizan solo en Nombre del Hijo, tomando literalmente una fracción de un versículo de los Hechos de los apóstoles, donde San Pedro para diferenciar el Bautismo de la Iglesia, del bautismo de Juan el bautista (que solo era señal de arrepentimiento) dice: "Bautícense en el nombre de Jesucristo". El error de tomar frases Bíblicas literalmente y fuera de contexto se llama "Fundamentalismo". Pedro en ningún momento niega al Dios "Padre, Hijo y Espíritu Santo", como veamos por en Primera de Pedro 1,2 él nos habla a los elegidos: "Según el previo conocimiento de Dios Padre, con la acción santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre. A vosotros gracia y paz abundantes". Ahora volvamos al versículo del libro de los Hechos de los Apóstoles, al que las sectas se refieren, pero completo: "Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícense cada uno en el nombre de Jesucristo para el perdón de los pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hechos 2,38). Que el Bautizo sea en Nombre de Jesucristo quiere decir que el Sacerdote o el Celebrante actúa en representando a Jesús, es decir en su presencia activa y por autoridad de Jesús que es quién bautiza con "Espíritu Santo y fuego" (cf Mc 1,8), además nuestro primer Papa (San Pedro) lo que quiere significar es que nos bauticemos según lo ordenado por Jesús y no con otros bautizos diferentes, que en el oriente ya en aquel tiempo eran muy variados, además del Bautizo de conversión predicado por Juan el Bautista, también existían rituales semejantes en otras religiones orientales de la época. Actuar o bautizar en Nombre de Jesucristo significa según la Biblia que: "Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!" (II Corintios 5,20). En Hechos 2,38 lo que se evidencia es que en el sacramento del Bautismo es Cristo quién actúa derramando Espíritu Santo y fuego, insertando al bautizado, en su vida de gracia, en su Iglesia, y el Celebrante actúa en Cristo, por su poder y puede hacer suyas las palabras de San Pablo: "Y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gálatas 2,20), eso es lo que significa actuar en el Nombre de Jesús.
Por una errada interpretación de las Palabras de San Pedro, estas sectas minoritarias van socavando en contra de la gran comisión de Jesús: "Id y haced discípulos a todas las naciones: Bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden toda las cosas que os he mandado; y he aquí que estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Amén" (Mateo 28,19-20).

LA VIRGEN REVELA LO QUE OCURRE DURANTE LA SANTA MISA youtu.be/J4ygaRbephs

MILAGROS EUCARÍSTICOS youtu.be/T1eBPtgzJzw
Mensajero Mariano
Como los Apóstoles transfieren su Autoridad en la Iglesia hasta nuestros días?
La transfieren a sus primeros discípulos, por medio de la oración y la imposición de las manos, y así se ha transferido todo el poder y autoridad delegado por Cristo a sus Apóstoles hasta hoy, a este gesto que se ha repetido de generación en generación lo llamamos: Sacramento del Orden Sacerdotal, donde se transfiere …Más
Como los Apóstoles transfieren su Autoridad en la Iglesia hasta nuestros días?

La transfieren a sus primeros discípulos, por medio de la oración y la imposición de las manos, y así se ha transferido todo el poder y autoridad delegado por Cristo a sus Apóstoles hasta hoy, a este gesto que se ha repetido de generación en generación lo llamamos: Sacramento del Orden Sacerdotal, donde se transfiere el poder de repetir el milagro Eucarístico (Marcos 14,22), el poder y la misión de predicar y bautizar (Mateo 28,18-19) de juzgar para perdonar los pecados (Juan 20,21-23), el ministerio de la reconciliación (II Cor 5,18-20) y representar a Cristo en todo hasta el fin del mundo (II Cor 6, 1-4; Mateo 28,20). Vemos por ejemplo como San Pablo ordenando la Iglesia en sus inicios, le envía una carta a uno de sus discípulos, y le aclara: "El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené" (Tito 1:5). De igual forma le escribe a Timoteo: "No descuides el carisma que hay en ti, que se tecomunicó por intervención profética mediante la imposición de las manos del colegio de presbíteros" (I Timoteo 4,14). El Sacramento del Orden Sacerdotal ya está configurado en la Antigua Alianza “… desde el día en que los presentó para ejercer el sacerdocio de Yahveh. Esto mandó Yahveh que los israelitas les dieran el día en que los ungió, como decreto perpetuo de generación en generación”. (Levítico 7:35-6). Desde el Antiguo Testamento vemos la sucesión de los Patriarcas (Exodo 3:6) y de los Profetas: Moisés ungiendo en Josué a sus sucesores (Números 27:18 Deuteronomio 3:28) Elías ungiendo por orden de Dios a Eliseo (I Reyes 19:16- 21), para que continúen la misión de anunciar la Palabra de Dios de generación en generación. Y en Nuevo Testamento, vemos la sucesión de los Apóstoles:”Entonces oraron así: «Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido, para ocupar en el ministerio del apostolado el puesto del que Judas desertó para irse adonde le correspondía.» : Hechos 1:24 Vemos la sucesión en el Ministerio Episcopal: “Porque el epíscopo, como administrador de Dios, debe ser irreprochable; no arrogante, no colérico, no bebedor, no violento, no dado a negocios sucios” (Tito 1:7) y en el Ministerio Sacerdotal: “Llegados a Jerusalén fueron recibidos por la Iglesia y por los apóstoles y presbíteros, y contaron cuanto Dios había hecho juntamente con ellos. (Hechos 15:4), Se puede evidenciar la importancia de esta sucesión del ministerio apostólico en los Obispos, Presbíteros y Diáconos en las siguientes citas: Hechos 14:23; Hechos 15:22; Hechos 16:4; Filipenses 1:1; I Timoteo 4:14; I Timoteo 3:8. Por eso los Católicos hablamos de los Obispos, como sucesores de los apóstoles, porque somos herederos de la autoridad y el poder que Cristo dio a sus discípulos, en razón de la duración de la misión de la Iglesia hasta el la consumación de los tiempos (Mateo 28,20), nosotros al igual que los apóstoles reconocemos las autoridades delegadas por Cristo y las tomamos en alta consideración, por ejemplo veamos como comienza la Carta a los Filipenses: “Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos que están en Filipos, con los Obispos y Diáconos” (Filipenses 1,1).
Mensajero Mariano
¿Porque Confesar los pecados ante el Sacerdote?
Porque Jesucristo dio poder y autoridad a sus discípulos y sus sucesores (Mateo 10,1), para perdonar los pecados en su Nombre (Mateo 18,18; Juan 20,23). Jesús, después de resucitar le dijo a sus apóstoles: “A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes no se los perdonen, les quedan retenidos” (Juan 20,23). El Señor fue muy …Más
¿Porque Confesar los pecados ante el Sacerdote?

Porque Jesucristo dio poder y autoridad a sus discípulos y sus sucesores (Mateo 10,1), para perdonar los pecados en su Nombre (Mateo 18,18; Juan 20,23). Jesús, después de resucitar le dijo a sus apóstoles: “A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes no se los perdonen, les quedan retenidos” (Juan 20,23). El Señor fue muy claro a quienes su verdadera Iglesia perdone sus pecado les quedarán perdonados o remitidos (como lo traducen las Sectas) que significa absueltos o perdonados, por eso nos confesamos ante el Sacerdote para que en nombre de Jesús, nos absuelva de todos los pecados que hemos cometido después del Bautismo, porque: “Si decimos: “No hemos pecado”, le hacemos mentiroso, y su Palabra no está en nosotros” (I Juan 1,10).

Nos confesamos, en un acto de humildad, y obediencia al mandato de los apóstoles (Santiago 5,16) por seguir el sabio consejo Bíblico de Proverbios 28,13 y por seguir una practica habitual en el Nuevo Testamento (Mateo 3,6; Marcos 1:5; Hechos 19,18).

Este plan misericordioso de Dios, (Romanos 3,21-26), tiene numeroso respaldo tanto en la Nueva Alianza, como en el Antiguo Pacto como ejemplo: “el que es culpable en uno de estos casos confesará aquello en que ha pecado” (Levítico 5,5), “…Y el sacerdote hará por él expiación de su pecado. (Levítico 5,6). “El sacerdote hará por él la expiación delante de Yahveh, y será perdonado en cualquiera de los casos en que fuera culpable” (Levítico 5,26). “Al que encubre sus faltas, no le saldrá bien; el que las confiesa y abandona, obtendrá piedad (Proverbios 28,13).

Después de su obra redentora en la Cruz, y de su gloriosa resurrección instituye el Sacramento de la Confesión (Juan 20,23), para repartir las gracias del perdón ganadas en la Cruz, de hecho redimir también es sinónimo de remitir, de allí nace el ministerio de la reconciliación como lo explica San Pablo:"Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación" (II Corintios 5,18). Es claro que Dios nos confió al la Iglesia (en especial a los Presbíteros o Sacerdotes) el ministerio de la reconciliación, por eso nos los reafirman los apóstoles:“Confesaos, pues, mutuamente vuestros pecados y orad los unos por los otros, para que seáis curados. La oración ferviente del justo tiene mucho poder” (Santiago 5,16). En la Iglesia se Dios ha dispuestos las diversas funciones, ministerios y carismas, como leemos en (I Corintios en los capítulos 12 y 13 y en (Efesios 4,11-13), porque Jesucristo: “ha hecho de nosotros,un Reino de Sacerdotes, para su Dios y Padre, a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén” (Apocalipsis 1,6).

23. ¿Pero sí el Sacerdote es un pecador podrá perdonar los pecados?

El Sacerdote, como se lee en Juan 20,23 es un embajador escogido por Cristo para derramar su misericordia, y los pecados quedan perdonados, no por la santidad del Presbítero o Sacerdote celebrante, sino por el poder y la autoridad que el Señor les ha otorgado para perdonar o retener los pecados de los hombres: “Yo les digo: todo lo que atén en la tierra, el cielo lo considerará atado, y todo lo que desaten en la tierra, será tenido por desatado en el Cielo” (Mateo 18,18). El Sacerdote como todo cristiano esta en continuo proceso de conversión y santificación personal, y tiene menos ocasión de caer en pecados y más auxilios a su disposición, y él también debe frecuentemente debe confesarse con otro hermano en el sacerdocio ministerial. El Sacerdote da la absolución de los pecados en nombre de Cristo, es decir en su presencia viva y actuante, y con su autoridad delegada. “Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!” (II Corintios 5,20).Recurramos pues al Sacramento de la reconciliación, con confianza en la misericordia de Dios, y además el Sacerdote nos aconsejará y nos exhortará para vencer las tentaciones, dándonos remedios eficaces, para nuestro provecho espiritual.

24. ¿La Biblia nos manda a confesar los pecados solo directamente a Dios?

No, la Palabra de Dios nos indica que como un acto de humildad y una muestra exterior de nuestro arrepentimiento y conversión interior, debemos confesar los pecados, ante aquellos que Jesús les encomendó la misión de propagar su Reino, porque Cristo Jesús quiso dar a sus seguidores el Poder y la Misión de reconciliar la humanidad con Dios, por medio de su Nombre (su presencia activa) en la Iglesia, por eso la Biblia nos manda en Santiago 5,16: “Confesad pues vuestros pecados unos a otros y orad los unos por los otros, para que seáis salvos: porque mucho vale la oración perseverante del justo”. El sacramento de la reconciliación o Confesión no es un invento de la Iglesia, como lo hacen ver algunas sectas, es una practica Bíblica, como se lee en Hechos 19,18:“Y muchos de los que habían creído venían confesando y dando cuenta de sus hechos”. Esto tiene antecedentes en el Antiguo Testamento que nos dice: “No te avergüences de confesar tus pecados, no te opongas a la corriente del río”. (Eclesiástico 4,26). Pero su cumplimiento evangélico se inicia en Marcos 1,5 con Juan el Bautista: “Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados”. “Y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados”. (Mateo 3,6).

Claro que debemos confesarnos ante Dios (Sal 32,5) porque no podemos ocultar nuestros pecados ante Dios (Sal 139,2), de antemano los conoces nuestra condición (Sal 103,14), también la sinceridad de nuestro arrepentimiento, y Dios no desprecia un corazón contrito y humillado (Sal 51,19), pero debemos reconocer nuestras faltas ante los delegados de Cristo porque así Dios lo dispuso en su Santa Palabra: “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado le hacemos a él mentiroso, y su Palabra no está en nosotros” (I Juan 1,9-10).

En la Biblia vemos también otros casos donde todo el pueblo de la Antigua Alianza, se congregaba en ceremonia de penitencia y confesión de pecados ante los profetas (cf Lv 16,21; Esdras 10,1; Nehemías 9,3; I Samuel 7,6; Joel 1,14; 2,16; Jonás 3,7-10), para reconocer públicamente las faltas y pecados de la comunidad y las de sus padres (cf Lv 26,40; Joel 2,17; Nehemías 1,4-7; I Mac 7,36; Mi 7,18-20; Sal 51,5-7; Jer 14,20). “El que encubres sus pecados no prosperará; más el que confiesa y se aparta alcanzará misericordia” (Proverbios 28,13).

Veamos el caso del grave pecado del Rey David, el se arrepiente y pide perdón a Dios de todo corazón como se lee en el Salmo 51, pero también confiesa su culpa ante un hombre, el Profeta Natán:“Entonces dijo David a Natán: He pecado contra Yahaveh. Respondió Natán: También perdona Dios tu pecado; no morirás” (II Samuel 12,13), el profeta Josué (sucesor de Moisés) también pide que se confiesen su pecado ante él y lo hacen (Lee Josué 8,19-21), también el hijo prodigo confiesa a su padre, que ha pecado contra Dios y contra él (cf Lucas 15,21), para obtener el perdón de ambos, y recobrar su dignidad de hijo, reconocer los pecados ante otros hombres, según la Biblia, se puede y se debe hacer.
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Mensajero Mariano
¿Cual es el culto principal que celebra La Iglesia Católica?
El Culto que celebramos se llama Eucaristía o Misa, nace del pedido hecho por Cristo en la ultima cena"Hagan esto en conmemoración mía", en la Biblia la Misa recibe el nombre de: "Fracción del Pan". La palabra “Misa” es un saludo antiguo, viene de “Misión” y significa: Podéis ir en paz, a misionar. En el Pan y Vino consagrados en la …Más
¿Cual es el culto principal que celebra La Iglesia Católica?

El Culto que celebramos se llama Eucaristía o Misa, nace del pedido hecho por Cristo en la ultima cena"Hagan esto en conmemoración mía", en la Biblia la Misa recibe el nombre de: "Fracción del Pan". La palabra “Misa” es un saludo antiguo, viene de “Misión” y significa: Podéis ir en paz, a misionar. En el Pan y Vino consagrados en la Misa, está la presencia real de Cristo. El Pan y el Vino se trasforman en Cuerpo y Sangre del Señor.

Jesús prometió alimentarnos con su Cuerpo y Sangre, para poder tener vida eterna (cf Juan 6,51-56) la en Santa Cena Eucarística se realiza el cumplimiento de la promesa, crea el sacramento donde recibimos con el Pan de vida eterna y la bebida de Salvación (cf Mateo 26,26-28; Marcos 14,22-24; Lucas 22,19-20) y luego se le da continuación perpetua en la Iglesia al Sacramento de la Fracción del Pan (cf Hechos 2,42), hasta que Jesús vuelva en gloría (cf I Corintios 11,26). San Pablo fue muy claro al respecto: “La copa de bendición que bendecimos ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo?” (I Corintios 10,16) y más adelante añade: “Yo he recibido del Señor lo que a mi vez les he transmitido. El Señor, la noche que fue entregado, tomó pan y, después de dar gracias, lo partió diciendo: “Este es mí cuerpo, que es entregado por ustedes;hagan esto en memoria mía” De Igual manera tomando la copa, después de haber cenado, dijo: “Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Todas la veces que la beban háganlo en memoria mía.” Fíjense bien: cada vez que comen de este pan y beben de esta copa están proclamando la muerte del Señor hasta que venga” (I Corintios 11,23-27).

Aunque sean muchas citas, las que aparecen de respaldo, trata de buscarlas y leerlas todas, has tu plan de estudio Bíblico, y procura leer toda la Santa Biblia, o escucharla completa. Para los que asisten diariamente a Misa en la Iglesia Católica, tienen el privilegio de oír, toda la Biblia en un lapso de dos años, al completarse los ciclos litúrgicos de la Palabra, te invito, es una gran Bendición.

19. ¿Está la presencia real de Cristo en el Pan y el Vino consagrados en las Misas?

Claro que si, porque Jesucristo dio el poder y la misión a sus discípulos de repetir el milagro que el mismo realizó en la ultima cena, trasformar las especies de pan y vino, en su cuerpo y sangre, porque para tener vida eterna, es necesario comer el verdadero Cuerpo de Jesucristo y tomar su autentica Sangre. “Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros” (Juan 6,53). Por eso Dios proveo una forma de dar ese alimento espiritual mediante la Eucaristía, donde se actualiza el sacrificio de la cruz, ya sin crueldad, pero similar en la ofrenda y en la entrega de Cristo a su Padre Celestial, por nuestra redención.

Jesús proclamo: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de ese pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para vida del mundo” (Juan 6,51) y luego añade: “Quién come mi Carne y bebe mi Sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré en el último día” (Juan 6,54). ¿La vida eterna es simbólica? ¿Acaso la resurrección es simbólica? Si Jesús se estaba hablando en parábolas como lo hacen creer algunas sectas ¿Por qué deja que muchos de sus discípulos se volvieran atrás y dejaran de seguirle por no aceptar este punto? “Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él” (Juan 6:66),en vez de aclararles que se trataba de un parábola “Jesús preguntó a los doce ¿Quieren marcharse ustedes?” (Juan 6,67) lo que demuestra el sentido doctrinal y no alegórico de estas palabras de Jesús, porque no pueden seguir con Cristo los que no aceptan el sentido inmediato de estas palabras, por eso se van y Jesús nos los retiene, ni cambia, ni rectifica el sentido literal que les dieron los oyentes a su discurso, sino que lo reafirma “Mi sangre es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él” (Juan 6,55-56) y lo mantiene hasta el final (Lee Juan 6,58-70).

En el Pan y Vino consagrados en la Misa, está la presencia real de Cristo. El Pan y el Vino se trasforman sin cambiar su aspecto en Cuerpo y Sangre del Señor. Lo respalda innumerables citas del Nuevo Testamento como por ejemplo: Mateo 26,6; 26,26-28; Marcos 14,22-24; Lucas 22,19-20; Juan 6,28-70; 15,4; Pro 9,1; Is 55,1; Sir 24,19; Núm 11,18; I Cor 11,23-27. Confirman, esa presencia Real, las manifestaciones sobrenaturales que han ocurrido en las Eucaristía, a través de los siglos, los milagros que acompañan a la Iglesia confirman su Palabra con acción poderosa del Espíritu de Dios (cf Marcos 16,20). Estudiemos el contexto Bíblico: La Hostia y el Vino son para nosotros los creyentes el Cuerpo y Sangre de Cristo, después de la Consagración, porque así lo proclamó el mismo Jesús reunidos con sus seguidores, la noche que iba ser entregado:“Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.» Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: «Bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados” (Mateo 26,26-28). Los primeros cristianos siempre expresaron su fe en estas palabras del Señor, por eso: "Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones" (Hechos 2,42). "Pues fiel es Dios, por quien habéis sido llamados a lacomunión con su hijo Jesucristo, Señor nuestro". (I Cor 1,9).

San Pablo, no permite dudar en este punto tan trascendental, y reprende a sus discípulos, para que no dudaran del milagro Eucarístico y les exhortaba con estás palabras: “La copa de bendición que bendecimos ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo?” (I Corintios 10,16), San Pablo nos hablas claramente de la comunión del Cuerpo y la Sangre del Señor, no de simbolismos o parábolas, no deja lugar a dudas, y San Juan añade: "Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo" (I Juan 1,3).

Además para tener la Vida Abundante que Dios nos ofrece es requisito indispensable, que la Eucaristía sea un milagro real en atención a las siguientes palabras de quién se presentó a si mismo como “El Pan de vida”: “Jesús les dijo: "En verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del hombre, y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes" (Juan 6,53). Dios no nos pudiera poner esta condición indispensable e ineludible, si no es porque el mismo provee mediante el Milagro Eucarístico, la forma de que pudiéramos comer: la verdadera comida y beber la verdadera bebida de Salvación, para la vida eterna.

20. ¿Se puede celebrar la Cena del Señor, con galletas?

La Santa Iglesia, celebra la Fracción del Pan, con Pan ázimo, porque así lo realizó Cristo, y como cristianos sabemos, que debemos hacerlo con el mayor respeto y adoración al Santo Cuerpo y la Santa Sangre de Nuestro Redentor y único y suficiente Salvador:Jesucristo. Por eso sería un sacrilegio realizarlos con unas galletas de distribución comercial como lo hacen algunas sectas, que de paso, su más grave error es negar la presencia real de Cristo, en las especias de Pan y Vinos Consagrados, como Él mismo lo ordeno en su Santa Cena. Sabemos por las escritura que Jesús estaba celebrando "La Pascua" según las tradiciones Judías, la noche que iba ser entregado (La Ultima Cena). Las siguientes citas muestran como en el Antiguo testamento estaba prescrito celebrar la antigua y muy tradicional Pascua Judía: "Durante siete días comeréis ázimos; ya desde el primer día quitaréis de vuestras casas la levadura. Todo el que desde el día primero hasta el día séptimo coma pan fermentado, ese tal será exterminado de en medio de Israel" (Éxodo 12,15). "Dijo, pues, Moisés al pueblo: Acordaos de este día en que salisteis de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Yahveh os ha sacado de aquí con mano fuerte; y no comáis pan fermentado". (Éxodo 13,3) "No inmolarás con pan fermentado la sangre de mi sacrificio, ni quedará hasta el día siguiente la víctima de la fiesta de Pascua". (Éxodo 34:25) "Al día siguiente de la Pascua comieron ya de los productos del país: panes ázimos y espigas tostadas, ese mismo día" (Josué 5,11). Es evidente en Marcos 14,12 y Lucas 22,7-8 que en la llamada “Ultima Cena” Jesús y sus apóstoles estaban celebrando la Pascua: "El día catorce del primer mes será para vosotros la fiesta de laPascua. Durante siete días se comerá el pan sin levadura". (Ezequiel 45,21).

21. ¿Están seguro que Jesucristo se ciño a esta tradición Bíblica?

Por supuesto que Jesús, en la primera de las Eucaristía (la Primera Comunión de los apóstoles), en lo que llamamos su Ultima Cena, cumplió con todas esas ordenes Bíblicas como vemos en las siguientes citas del Nuevo Testamento, lee y convéncete: «Ya sabéis que dentro de dos días es la Pascua; y el Hijo del hombre va a ser entregado para ser crucificado.» (Mateo 26,2) "El primer día de los Azimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dicen sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas el cordero de Pascua?" (Marcos 14,12). "Llegó el día de los Azimos, en el que se había de sacrificar el cordero de Pascua; y envió a Pedro y a Juan, diciendo: «Id y preparadnos la Pascua para que la comamos.»" (Lucas 22,7-8). "Y (Jesús) les dijo: «Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios.»" (Lucas 22,15-16).
Mensajero Mariano
16. ¿Qué es el Sacramento de la Confirmación?
Es el sacramento donde recibimos la plenitud del Espíritu Santo, para dar testimonio valiente de Cristo, los profetas anunciaron que el Espíritu de Señor reposaría sobre el Mesías esperado (cf Is 11,2), para realizar su misión salvadora (cf Is 61,1; Lc 4,16-22), el descenso del Espíritu Santo sobre Jesús en su Bautismo por Juan fue el signo de que …Más
16. ¿Qué es el Sacramento de la Confirmación?

Es el sacramento donde recibimos la plenitud del Espíritu Santo, para dar testimonio valiente de Cristo, los profetas anunciaron que el Espíritu de Señor reposaría sobre el Mesías esperado (cf Is 11,2), para realizar su misión salvadora (cf Is 61,1; Lc 4,16-22), el descenso del Espíritu Santo sobre Jesús en su Bautismo por Juan fue el signo de que el era el Mesías, el Hijo de Dios (cf Mt 3,13-17; Jn 1,33-34), ahora bien, esta plenitud del Espíritu debía ser comunicada al todo el Pueblo mesiánico (cf Ez 36,25-27; Joel 3,1-2), Cristo prometió esta efusión del Espíritu en repetidas ocasiones (cf Lc 12,12; Jn 3,5-8; 16,5-15; Hch 1,8), promesa que se cumplió primero el día de Pascua de resurrección (Jn 20,22) y luego, de una manera más manifiesta el día de Pentecostés (Hch 2,1-4) y llenos del Espíritu Santo los apóstoles comienzan a proclamar las maravillas de Dios (cf Hch 2,11).

Jesús le confió a Pedro y sus sucesores los Obispos la misión de confirmar en la fe y en el buen camino, a los creyentes o discípulos, que habiendo aceptado el Evangelio, están iniciándose en camino cristiano:“Pero yo he rogado por ti, para que tu fe no falte; y una vez vuelto, confirma a tus hermanos” (Lc 22,31,33). En la Biblia vemos que ellos cumplen esa función: “Al enterarse los apóstoles que estaban en Jerusalén de que en Samaria habían aceptado la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan, estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo; pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo” (Hechos 8,14-17). Desde el tiempo de los apóstoles, comunicaban a los nuevos creyentes, mediante la imposición de manos, el don del Espíritu Santo, destinado a complementar la gracia del Bautismo (cf Hch 8, 15-17; 19,5-6), y en la carta a los Hebreos se recuerda, entre los primeros elementos de la formación cristiana, la doctrina del Bautismo y de la imposición de manos o Confirmación (Lee Hebreos 6,2).

Algunas denominaciones cristianas se escandalizan de que se hable de varias efusiones del Espíritu Santo, pero eso es bíblico, los apóstoles también necesitaron recibir varias unciones del Espíritu Santo, fíjense después de la resurrección: “Jesús les volvió a decir: ¡La paz este con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo” (Juan 20,22) y luego reciben la plenitud es decir: el ser llenos del mismo Espíritu, el día de Pentecostés (cf Hechos 2,1-4), está nueva efusión es para hacernos Testigos auténticos de Señor (cf Lucas 24, 48-49; Hechos 1,8), para ser marcados por Jesucristo con el sello de su Espíritu (2 Cor 1,22; Ef 1,13; 4,30), éste sello del Espíritu Santo, marca la pertenencia total a Cristo, la puesta al servicio por siempre, para proclamar, como los apóstoles, con valentía a las maravillas de Dios (Lee Hch 2,11), pero también indica la promesa de la protección divina en la gran prueba escatológica (cf Ap 7,2-3; Ap 9,4; Ez 9,4-6).

17. ¿En el Sacramento de la Comunión se recibe el Cuerpo y la Sangre de Cristo ?

Por sus puesto que si, no es una mera representación simbólica como lo hacen creer algunas sectas, contradiciendo a Jesús que nos mando a celebrar el Misterio Eucarístico, su ofrenda al Padre Eterno, por nuestra redención: "Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: «Tomad, este es mi cuerpo» Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella. Y les dijo: «Esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos". (Marcos 14,22-24). En el Pan y Vino consagrados en la Misa, no se puede negar que está la presencia real de Cristo, prometida en el Capítulo seis del evangelio según San Juan, que nos explica el milagro Eucarístico, donde el Pan y el Vino se trasforman en pan bajado del Cielo, en pan de ángeles, en pan de vida eterna, en Cuerpo y Sangre del Señor, aunque sin cambiar la apariencia de las especies de pan y vino, contienen después de la consagración la Presencia Divina de Jesús.

En Juan 6,48-70 está la promesa de Jesús de alimentarnos con el Pan de vida eterna y la bebida de Salvación: Su Cuerpo y Sangre, en Mateo 26,26-28 y Lucas 22,19-20 está la realización o cumplimiento de la promesa Eucarística, y la perenne actualización está en Hechos 2,42 y en Primera de Corintios 11,23-29 donde vemos la continuación del Sacramento del “Sacrificio Perpetuo” hasta que Jesús vuelva.

La Comunión acrecienta nuestra unión con Cristo y su Iglesia, recibir la Eucaristía en la comunión da como fruto principal la unión intima con Cristo Jesús, que dijo: “Quién come mi Carne y bebe mi Sangre habita en mí y yo en él. Lo mismo que me ha enviado el Padre, que vive, y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí” (Juan 6,56-57). También este sacramento nos separa del pecado, porque el Cuerpo de Cristo que recibimos es “entregado por nosotros” y la Sangre que bebemos es “derramada por muchos para el perdón de los pecados”. Además al unirnos más estrechamente a Cristo la comunión renueva, fortifica y profundiza nuestra incorporación a la Iglesia realizada en el Bautismo, reforzando nuestra unidad al Cuerpo místico de Cristo: “El cáliz de bendición que bendecimos ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo?, y el pan que partimos ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan” (I Corintios 10,16-17).

Para aquellos que piensan que ese gran milagro Eucarístico solo lo pudo realizar Jesús en la Ultima Cena les recuerdo estás palabras del Señor: "En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que Yo hago, y hará mayores aún, porque Yo voy al Padre" (Juan 14,12).
Mensajero Mariano
12. ¿El Bautismo debe ser solo por inmersión?
Las Sectas nos cuestionan ¿Sí Jesús se bautizo en un río, porque los católicos no lo hacen igual? Bueno en la Biblia vemos casos, en que el Bautismo se practica en un río, y otros casos, donde el Bautismo es realizado en plazas, casas de familias y en lugares pequeños, donde el Sacramento se realiza rociándole el agua al Bautizado (por aspersión).…Más
12. ¿El Bautismo debe ser solo por inmersión?

Las Sectas nos cuestionan ¿Sí Jesús se bautizo en un río, porque los católicos no lo hacen igual? Bueno en la Biblia vemos casos, en que el Bautismo se practica en un río, y otros casos, donde el Bautismo es realizado en plazas, casas de familias y en lugares pequeños, donde el Sacramento se realiza rociándole el agua al Bautizado (por aspersión). Veamos el caso narrado en el capitulo 16 del Libro de los Hechos de los Apóstoles donde los Santos Pablo y Silas, estando en prisión, después de una manifestación de liberación extraordinaria de parte de Dios, hablaron con el Carcelero:"Y le anunciaron la Palabra del Señor a él y a todos los de su casa. En aquella misma hora de la noche el carcelero los tomó consigo y les lavó las heridas; inmediatamente recibió el bautismo él y todos los suyos" (Hechos 16,32-33), queda en evidencia, que el Bautismo fue toda la familia (sin discriminación entre adultos o niños) y sin inmersión en un río, o sea que fue por aspersión del agua bendita, sobre toda la familia. En los santos evangelios no se consigue la parabra “inmersión” solo que el bautismo es con agua: “Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados”. (Marcos 1:5).

Jesús ordena Bautizarnos “En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” y la Biblia nos muestras formas practicas de realizarlo y no un modo obligatorio especifico. De otro modo ¿Cómo se bautizaron las tres mil personas que se convirtieron el día de Pentecostés sí no tenían un río a su disposición? ¿Cómo fue bautizado el centurión Cornelio en su casa, o el mismo Carcelero? Cuando la Biblia habla del Bautismo en un río, no especifica que hubo inmersión, y está presentando una costumbre, no una forma obligatoria.

13. Sí Cristo se Bautizó a los 30 años ¿Porque Bautizar a los Niños?

Puesto que Jesús dice en Marcos 16,16 que es necesario el Bautismo para ser salvo, la Iglesia lo imparte sabiamente a todos los creyentes y a sus hijos, por pequeños que estos sean. Además el mismo Jesús, recién nacido, fue presentado en el templo, y consagrado por sus padres San José y la Virgen, que cumplieron todo el ritual necesario para insertarlo según la antigua alianza, en el Pueblo de Dios. Veamos como el Divino Niño fue consagrado: "Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno. Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor" (Lucas 2,23).

Jesús fue bautizado adulto, porque cuando el nació no existía el Bautismo, pero si existía la circuncisión, igualmente (siglos atrás) cuando Abraham nació no fue circuncidado a los ocho días de recién nacido, porque no existía tal consagración, de hecho Abraham fue el primero que se circuncidó, según la Biblia y eso fue cuando ya era un anciano: “Tenía Abraham 99 años cuando circuncidó la carne de su prepucio” (Génesis 17,24). Sí la Virgen y San José no esperaron la ancianidad de Jesús para que se consagrara a Dios, por medio de la circuncisión ¿Por qué nosotros debemos esperar, para consagrar a nuestros hijos por medio del Bautismo que le confiere gracias infinitamente superiores? No hay excusa que valga, debemos impartir la gracia que Dios gratuitamente nos regala (cf Mt 10,8), debemos darle a nuestros hijos además de la vida biológica, también la “vida abundante” el nacer del agua y del Espíritu a la vida de la gracia y la pertenencia en el Cuerpo místico de Cristo Jesús.

Los niños tienen derecho humanos, no por tener uso de razón, sino simplemente por ser una persona humana, por ejemplo tienen derecho a una nacionalidad, y los Estados debe dárselas, y no esperar a ver que nacionalidad escogen, ¿y mientras tanto qué? desamparado, sin protección y sin patria, imposible verdad; similar es el Bautismo, que nos inserta al nuevo Pueblo de Dios, nos consagra Sacerdotes, Profetas y Reyes en Cristo Jesús. Y como el Divino Niño Jesús nos conviene que esta consagración realice a la más temprana edad, para formar parte del nuevo pueblo de Dios. Del mismo modo que de una familia de españoles, nacen hijos con derecho a esa nacionalidad, de una Familia de cristianos, nacen hijos con ese privilegio. Por eso la Iglesia no puede negar el derecho a ser Bautizados a los niños, recordando las sentencia del Maestro: "Jesús les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos" (Mateo 19,14).

14. ¿Porque Bautizar a los niños, sí no tienen pecados y no han llegado al uso de razón para poder creer? “El que crea y se bautice, se salvará” (Mc 16,16)

Los niños aunque no han cometido pecados personales, son pecadores: al tener el pecado que cometieron Adán y Eva, que se llama pecado original, como dice el Rey David: “En pecado me concibió mi Madre” (Sal 51,7), y San Pablo dice: “Un solo hombre peco y todos fueron constituidos pecadores” (Rom 5,19). Además el bautizo da el Espíritu Santo, sí solo sirviera para quitar el pecado, Jesús no se abría bautizado, puesto que no tenía pecado. A los niños en el bautizo se le borra el pecado original, reciben el don del Espíritu Santo y son insertados con la dignidad de hijos de Dios en el pueblo de la nueva alianza: La Iglesia.

El bautismo nos otorga la gracia santificante, y nos sirve para ser miembros del Pueblo de Dios o formar parte de la Iglesia, y en Lucas 2,23 vemos que Jesús fue insertado en la antigua alianza a los ocho días de nacido, por medio de la circuncisión, este es el ejemplo que debemos seguir. La gracia es favor, el auxilio gratuito de Dios, “La gracia es una participación en la vida de Dios, nos introduce en la intimidad de la vida trinitaria: por el bautismo el cristiano participa en la gracia de Cristo, Cabeza de su Cuerpo. Como hijo adoptivo ahora puede llamar “Padre” a Dios, en unión con el Hijo único. Recibe la vida del Espíritu que le infunde la caridad y que forma la Iglesia” (CIC #1997).

En cuanto a que los niños no puedan creer, dice la Biblia , que la fe del Padre o la Madre es suficiente:“Ten fe en el Señor Jesús y te salvaras tu y tu familia” (Hechos 16,31) por eso, y en virtud de la fe padres y padrinos, y con el compromisos de ayudarlos a madurar en la fe, la Iglesia imparte la acción santificadora del Espíritu de Dios, a los hijos de los creyentes, por pequeños que estos sean, incorporándolos a la vida de la gracia que Dios derrama sobre los creyentes y sus familias: “Pues el marido no creyente queda santificado por la mujer creyente, y la mujer no creyente queda santificada por el marido creyente; de otro modo, vuestros hijos serían impuros, mas ahorason santos” (I Cor 7,14). Si, nuestros niños, pueden ser santos ya que el bautismo les borra el pecado original porque: “En verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios” (Juan 3,5). Como leemos la santificación de los hijos, es un regalo gratuito, no por la fe del infante sino por pura misericordia de Dios, y por la condición de creyente de al menos alguno de sus padres ya queda bendecida toda la familia. Igualmente Cristo siempre exigió la fe para sanar a los enfermos, pero en el caso de los niños bastaba la fe de su padre o su madre, como el caso de la hija de Jairo (lee Marcos 5,36) y el de la hija de la cananea (cf Mateo 15,28). Otro error de algunas Sectas, es afirmar que las personas que fueron bautizadas pequeñas, se deben volverse a bautizar, mostrando así una gran ignorancia acerca de las Escrituras que dice: “Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo” (Efesios 4,5).

15. ¿En Nombre de quién se debe realizar el Bautismo?

Jesucristo es muy claro en el Evangelio: "Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mateo 28,19). Algunas Sectas paralelas al cristianismo, (que niegan la divinidad de Jesucristo y la existencia del Espíritu Santo), realizan el Bautismo, solamente en nombre del Jesucristo, tomando fuera de contexto un pasaje del Colosenses que dice: “Todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús”, pero San Pablo no niega con esto a las personas de la Santísima Trinidad, él nos recuerda que debemos actuar en representando a Cristo Jesús, en su nombre es decir en su presencia activa en nosotros, de hecho en ese versículo, no solo se menciona al Hijo sino también al Padre: “Y todo cuanto hagáis, de palabra y de boca, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio a Dios Padre” (Colosenses 3,17). Para evitar caer en esa clase de errores es necesario leer el contexto, es decir todo lo que la Biblia nos dice referente al tema, y el significado que tienen esas palabras para los escritores de las Sagradas Escrituras, no podemos tomar un fragmento fuera de contexto, porque sería un pretexto para renegar del mandato divino expresado por Cristo en la gran comisión que da a su Iglesia, en San Mateo capítulo 28. En concordancia con Coloneses 3, 17 podemos leer lo que el mismo San Pablo le dice a los Efesios:“Dando siempre gracias al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Efesios 5,20).

También otras Sectas paralelas al cristianismo, pero que niegan la existencia del Padre y al Espíritu Santo, bautizan solo en Nombre del Hijo, tomando literalmente una fracción de un versículo de los Hechos de los apóstoles, donde San Pedro para diferenciar el Bautismo de la Iglesia, del bautismo de Juan el bautista (que solo era señal de arrepentimiento) dice: “Bautícense en el nombre de Jesucristo”. El error de tomar frases Bíblicas literalmente y fuera de contexto se llama “Fundamentalismo”. Pedro en ningún momento niega al Dios “Padre, Hijo y Espíritu Santo”, como veamos por en Primera de Pedro 1,2 él nos habla a los elegidos: "Según el previo conocimiento deDios Padre, con la acción santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristoy ser rociados con su sangre. A vosotros gracia y paz abundantes". Ahora volvamos al versículo del libro de los Hechos de los Apóstoles, al que las sectas se refieren, pero completo: “Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícense cada uno en elnombre de Jesucristo para el perdón de los pecados y recibiréis el don delEspíritu Santo” (Hechos 2,38). Que el Bautizo sea en Nombre de Jesucristo quiere decir que el Sacerdote o el Celebrante actúa en representando a Jesús, es decir en su presencia activa y por autoridad de Jesús que es quién bautiza con “Espíritu Santo y fuego” (cf Mc 1,8), además nuestro primer Papa (San Pedro) lo que quiere significar es que nos bauticemos según lo ordenado por Jesús y no con otros bautizos diferentes, que en el oriente ya en aquel tiempo eran muy variados, además del Bautizo de conversión predicado por Juan el Bautista, también existían rituales semejantes en otras religiones orientales de la época. Actuar o bautizar en Nombre de Jesucristo significa según la Biblia que: “Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!” (II Corintios 5,20). En Hechos 2,38 lo que se evidencia es que en el sacramento del Bautismo es Cristo quién actúa derramando Espíritu Santo y fuego, insertando al bautizado, en su vida de gracia, en su Iglesia, y el Celebrante actúa en Cristo, por su poder y puede hacer suyas las palabras de San Pablo: “Y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2,20), eso es lo que significa actuar en el Nombre de Jesús.

Por una errada interpretación de las Palabras de San Pedro, estas sectas minoritarias van socavando en contra de la gran comisión de Jesús: “Id y haced discípulos a todas las naciones: Bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden toda las cosas que os he mandado; y he aquí que estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28,19-20).

No se puede tapar el sol con un dedo, las Sectas tergiversan el sentido de la Palabra y se olvidan de la severa sentencia de San Juan: "¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ese es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa al Hijo posee también al Padre. En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre" (I Juan 2,22-24).
Mensajero Mariano
Capitulo II: Los Sacramentos
11. ¿Cuales son los Sacramentos que Jesús Instituyó?
Jesucristo nuestro único salvador (cf Hechos 4,12) ideó unos medios para distribuir su gracia, y los sacramentos son esos canales por los que el Salvador nos comunica su vida abundante, la gracia santificante gratuita que nos ofrece: El Señor instituyó el Sacramento del Bautismos, en su propio Bautizo (Lucas 3,21…Más
Capitulo II: Los Sacramentos

11. ¿Cuales son los Sacramentos que Jesús Instituyó?

Jesucristo nuestro único salvador (cf Hechos 4,12) ideó unos medios para distribuir su gracia, y los sacramentos son esos canales por los que el Salvador nos comunica su vida abundante, la gracia santificante gratuita que nos ofrece: El Señor instituyó el Sacramento del Bautismos, en su propio Bautizo (Lucas 3,21), el Sacramento del Matrimonio instituido desde la creación (Génesis 2,24), lo reafirmó en las Bodas de Caná (Juan 2,1) y con su enseñanza (Mateo 19,5;Efesios 5:31), la unción de los enfermos, durante toda su peregrinación (Mateo 9,35; Lucas 4:18; Hechos 10,38; Mateo 25:36), en la ultima Cena instituye los Sacramentos de la Eucaristía (Marcos 14,22) y el del Orden Sacerdotal (I Corintios 11,23-24), el Sacramento de la Confesión en su aparición resucitado a los once apóstoles (Juan 20,23), y la Confirmación, después de su gloriosa ascensión a los Cielos: el día de Pentecostés (Hechos 2,4). La Iglesia Católica, es la única en reconocer, aceptar y suministrar validamente todos los sacramentos que Jesús creó para la edificación de su Cuerpo Místico, porque si aceptamos a Jesús como único salvador, tenemos que aceptar los medios que Él nos ofrece para salvarnos, que son los siete sacramentos que vemos en la Biblia:

Bautismo: “Y acercándose Jesús les dijo: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra; id pues y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 2818-19).

Eucaristía: “Tomó luego el pan, y dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: “Éste es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.” De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros” (Lucas 22,19-20).

Confirmación: “Al enterarse los apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaria había aceptado la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan, estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo” (Hechos 8,14-15).

Reconciliación: “Jesús les dijo otra vez paz a vosotros: Como el Padre me envió también yo os envío. Dicho esto, soplo sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo, a quienes perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se lo retengáis les quedan retenidos” (Juan 20,21-23).

Unción de los Enfermos: “¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él, y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo y el Señor hará que se levante, si hubiera cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos, pues, mutuamente vuestros pecados y orad los unos por los otros, para que seáis curados. La oración ferviente del justo tiene mucho poder”. (Santiago 5,14-16).

Matrimonio: “y que dijo: «Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre.» (Mateo 19,5-6) “En cuanto a los casados, les ordeno, no yo sino el Señor: que la mujer no se separe del marido, mas en el caso de separarse, que no vuelva a casarse, o que se reconcilie con su marido, y que el marido no despida a su mujer” (I Corintios 7,10).

Orden Sacerdotal: “Porque yo recibí del Señor lo que os he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío.» (I Corintios 11,23-24) “Designaron presbíteros en cada Iglesia y después de hacer oración con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído” (Hechos 14,23).

Los sacramentos no son invento de los Católicos, Jesús ordena, estos medios de santificación, para edificarnos sobre la roca firme de la verdad, “Pero si cualquiera me oye estas palabras (Dice el Señor) y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena, y descendió lluvia, y vinieron los ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina” (Mateo 7, 26-27). Algunas sectas llegan a inventar grandes calumnias acerca de lo que la Iglesia enseña sobre los sacramentos, en todo caso en el Catecismo de la Iglesia Católica, está explicado y detallado todo sobre lo que la Iglesia enseña sobre los Sacramentos, los Mandamiento y el del Credo, para evitar ataques infundados sin motivo ni razón, fuera bueno su lectura para que nos conozcan antes de criticarnos, y acusarnos de cosas que no son.