30 Abril. SEGUNDO DÍA.Novena al Glorioso ARCÁNGEL SAN MIGUEL

ACTO DE CONTRICIÓN:
Eterno, único y verdadero Dios, en quien creo y a quien adoro en tres personas distintas; Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Me alegro y regocijo de que seas Dios y el único Dios, tan sabio, justo, Santo y
que de la nada lo hace todo: quien vive, se mueve y es lo que tiene el ser.
Ofrezco el ser que me diste, entregándote Señor, mi vida, mi salud, mis fuerzas
y sentidos, mi cuerpo de tierra y desdichado corazón, éste, el que Tú creaste a Tu Imagen y semejanza, y al que con mis culpas he borrado.
Pero conociendo Señor, y confesando, el que tú eres el único y verdadero Dios, a Quien se debe todo respeto, con toda; sujeción, obediencia, honra, gloria y todo Amor, me vuelvo a Ti, me entrego a Ti y con la mayor confianza me ofrezco a Tu Soberana justicia, por lo que te pido perdón y misericordia.
Ya que yo, con todo mi corazón, detesto, aborrezco y depongo todo aquello con lo que te he ofendido hasta ahora, desde que perdí la gracia que Te dignaste darme en el santo bautismo, sacramento por el que te doy y siempre quiero darte las debidas gracias, apreciando sobre todo ; el ser un cristiano católico, lo cual protesto amar mientras viva, espero y deseo contemplar y bendecir eternamente. Amén.

ORACIÓN DIARIA:
Dios y Señor de los ángeles, a quienes encomiendas la guarda de los hombres,
Ofrezco los merecimientos de estos soberanos espíritus y los de el Príncipe de los
Ángeles, Señor San Miguel, quien por sí y por medio de sus ministros, guarda la
naturaleza humana, para que me guardes de todo pecado, con una pureza angélica,
y si es conforme a Tu Santa Voluntad, me concedas lo que te pido en esta novena a mayor honra y Gloria Tuya. Amén.

SE OFRECE, EN REVERENCIA DE LOS NUEVE COROS DE LOS ÁNGELES Y DEL
CAUDILLO DE TODOS, SEÑOR SAN MIGUEL ARCÁNGEL:
Rezar Nueve veces el
PADRE NUESTRO y el
AVE MARIA

SEGUNDO DÍA
Dios y Señor de los Arcángeles, a quienes encomiendas los negocios gravísimos de Tu Gloria, ofrezco los merecimientos de estos nobilísimos espíritus, y los de el Señor San Miguel Arcángel, que defendió Tu honra y Gloria contra lucifer y sus secuaces, para que yo busque en todas las cosas Tu mayor Gloria, y si es conforme a Tu Santa Voluntad, me des lo que pido en esta novena. Amén.
V. Ruega por nosotros, beatísimo Arcángel San Miguel, Príncipe de la Iglesia de
Cristo
R. Para que seamos más dignos de las promesas de Dios.
Amén.

<< Para terminar , cada día se dice la oración a San Miguel Arcángel>>

Oración a San Miguel Arcángel:

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios Nuestro Señor manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
🙏🏻 <<recomendaciones:>>
A partir de que se hace la novena, quedará como práctica diaria rezar la oración a San Miguel Arcángel; “San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha……”
Así como Un Padre Nuestro y un Ave María.

Uno de los días de la novena se ha de confesar y comulgar con la mayor preparación y disposición que fuere posible.(preferentemente en día Viernes)
En cualquier tiempo del año en que necesitemos y deseemos alcanzar del Señor San Miguel Arcángel, alguna merced, se puede hacer esta novena.
La fiesta de su dedicación es el 29 de Septiembre, por lo que se sugiere hacerla empezando el día 20 del mes y terminándola en la víspera de su fiesta.
En el mes de Mayo, día 8, es la fiesta de su aparición, en ese caso se sugiere iniciar la novena el día 29 (o 30) de Abril para concluirla en la víspera (o bien concluirla el mismo día de su fiesta si empezaron el 30 de abril)
Procure el que hiciere esta novena, obligar a los Santos Ángeles, con una pureza de cuerpo y alma, andando todos los nueve días con especial cuidado de evitar toda culpa particularmente contra la castidad, ya que ésta es una Virtud Angélica.
Quien además hiciere limosnas y otras obras buenas en reverencia de los Soberanos
Espíritus, los “obligaría” más a interceder ante Dios Nuestro Señor, para alcanzar lo que se desea, si conviniere para su salvación; y si no, le alcanzarán de Su Divina Majestad otra cosa mejor y más conveniente para la Bienaventuranza